martes, 17 de noviembre de 2009

Estudiar fuera, prueba de fuego


El proceso de irse a estudiar fuera del país no solo requiere de conocer las ofertas y manejar un presupuesto; la parte emocional es fundamental.

MARIANELLA MEJÍA S.
mmejia@prensa.com


INDEPENDENCIA. Irse de casa ayuda al joven a madurar y a generar un criterio. Photos to Go

Hoy día, muchos jóvenes que terminan el colegio saben claramente cuál va a ser su siguiente paso: seguir su preparación fuera del país.

María Elisa Paredes tuvo ese deseo y lo concretó cuando estudió en el complejo Goethe Institut en Freiburg, Alemania.

“Extrañé a mi familia y a mis amigos, incluso algunas cosas del país, sin embargo, creo que valió la pena; la educación en el extranjero es mejor que la de aquí”, comenta.

Pero tomar una decisión como esta no es tan fácil. Antes de hacerlo se debe tener en cuenta tres factores: el económico, el educativo y el psicológico.

SACRIFICIOS Y OPCIONES

Hay padres que no escatiman cuando de beneficio para sus hijos se trata, y en el renglón educación hay quienes realizan sacrificios para que los números se ajusten y que el proyecto: universidad en el exterior se haga una realidad.

Dentro de Panamá hay varias opciones de becas para manejar el aspecto económico y el requisito es que el joven tenga una carrera educativa impecable y un buen promedio, explica Itzel Hubbard, encargada del departamento de becas Internacionales del Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos (Ifarhu).

“Todos los jóvenes que tengan un índice por encima de 4.0 [de 5.0] podrán postularse para la obtención de una beca”, afirma Hubbard.

No importa si se vive en la provincia de Panamá o en otra provincia del país; la página web del instituto www.ifarhu.gob.pa tiene la información pertinente para los casos de becas.

“No se pide ningún aval económico, solo se le solicita a cada joven que envíe una carta de presentación y que tengan el bachillerato culminado”, aclara Hubbard.

En Panamá, hay opciones de becas completas o medias, dependiendo de las condiciones del solicitante.

En cuanto a la demanda de centros académicos, hay una inclinación por las universidades norteamericanas. La agregada cultural de la Embajada de los Estados Unidos en Panamá, Anne Coleman Honn, explica que la variedad de universidades es grande y que cualquier persona, “incluyendo a aquellos provenientes de sectores y hogares marginados”, tiene la oportunidad de beneficiarse con los programas de educación y los planes de becas.

OFERTAS EDUCATIVAS

Son muchas las opciones para estudiar fuera, no solo para títulos universitarios, sino también para postgrados, cursos de desempeño laboral o idiomas.

Según Hubbard, las carreras con mayor demanda dentro de las solicitudes del Ifarhu son las ingenierías, carreras dentro del sector marítimo y medicina.

Si la finalidad es estudiar un idioma antes de aventurarse a hacer una carrera, también están aquellos institutos como el EF (Education First) que ofrece el estudio de idiomas en el extranjero con paquetes que van desde una semana y que pueden incluir estadía y comidas en casas de familia alrededor del mundo.

Coleman Honn agrega que sin importar cuál sea el objetivo académico o profesional, estudiar en otro país, como Estados Unidos, ofrece una experiencia que incluye convivir con la idiosincrasia de esa cultura. “Cuando viven esta experiencia tienen la oportunidad de obtener una mejor comprensión de los Estados Unidos y formar contactos personales duraderos allá”.

¿PREPARADOS PARA LA PARTIDA?

Lidia Orta asegura que cuando su hija se iba a estudiar al extranjero consideraba que esta no tenía la madures suficiente para afrontar aquella experiencia.

El psicólogo José Eloy Hurtado explica que en estos casos se da un fenómeno complejo y con muchos aspectos de por medio.

Mientras el chico esté en casa, bajo la tutela paternal, va a tener algo de sobreprotección. Hurtado aconseja que el proceso sea paulatino y que se le den responsabilidades al joven para que afiancen su autonomía.

Asegura, que en la mayoría de los casos, la responsabilidad es de los padres a no “destetar” al niño.

“La rebeldía muchas veces es un reflejo de la necesidad de independencia que necesitan”, afirma. Si la situación no es muy grave, asegura Hurtado, estudiar fuera es una buena oportunidad para “salir del nido”.

Los padres pueden estar tranquilos, indica el psicólogo. “Si tiene salud mental, el chico se va a adaptar; solo hay que dejarlo”, acota.

Para ello es importante no castrar emocionalmente a los hijos y darles seguridad en ellos mismos, inculcarles que son capaces, dice.

A los adolescentes se les debe enseñar desde temprano a administrar su libertad y que aprenda a cuidarse. “Si no le dejas exponerse van a salir alborotados, y eso puede ser más perjudicial”, cita.


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