Si la decisión es estudiar fuera del país, se deben tomar en cuenta aspectos personales y monetarios. En Panamá, hay oportunidades de salir a estudiar, pero requieren de cuidados para afrontar el cambio.
MARIANELLA MEJÍA S.
mmejia@prensa.com
Muchos jóvenes al llegar a los 18 años, y luego de festejar la culminación de los estudios escolares, piensan en dar el siguiente paso: sacar sus alas y volar, literalmente. Se trata de la aspiración de realizar los estudios universitarios en el extranjero.
Son muchos los detalles existentes que padres e hijos deben tomar en cuenta para concretar el proyecto académico y, entre lágrimas, partir de casa.
Conocer el destino y lo que se quiere hacer, saber cuáles son las ofertas universitarias y sus costos, buscar opciones de becas y estar preparado mentalmente para el cambio son algunos aspectos cotidianos previos a la partida.
Estos pasos son esenciales para procurar el bienestar del estudiante, pero hay otros que no se pueden dejar de lado, como lo difícil que es tener lejos a los seres queridos. Sin embargo, este es un proceso natural que se debe respetar, acota el psicólogo José Eloy Hurtado.
Lidia Orta es madre de dos hijos, y su hija mayor eligió ir a la universidad en España para estudiar su carrera.
“Luego de obtener una media beca, mi hija estaba lista para irse a la universidad, pero yo pensaba que no”, comenta Orta.
No importa si el proyecto académico es por medio de una beca, o calculando si la economía de la familia se ajusta a dicho gasto, o si el joven es independiente o muy apegado con la familia, de cualquier manera el cambio será notable y lo mejor es estar preparado para saber cómo manejar todas las posibles situaciones.
En Panamá, las oportunidades de salir a prepararse existen y también requieren de cuidados para afrontar el cambio.
Tomado de: http://mensual.prensa.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario